Cuando en 1996 Pablo Morandé fundó Viña Morandé, lo hizo con una gran visión de futuro y con la misma audacia que lo impulsó, años antes, a ser el primero en plantar parras en el Valle de Casablanca. Haciendo suya esa mirada pionera desde sus comienzos, nuestra bodega creó al poco andar una línea de vinos que llamó “Aventuras”. Ello, con la idea de destacar la desconocida diversidad de terruños de Chile, así como poner en valor las antiguas parras de los viñedos del Secano Interior de las regiones de Maule e Itata. Pero también con el propósito de usar variedades de poco renombre, tradicionalmente cultivadas allí. Vale la pena recordar que, desde los inicios de Viña Morandé, los antiguos viñedos del Secano han tenido un especial significado para nuestra bodega. Por un lado, Maule, particularmente la zona de Cauquenes, es la cuna de nuestro fundador. Y por el otro, nuestra viña ha desarrollado a lo largo de su quehacer un importante trabajo vitícola en sus diversos terroirs, dando vida a vinos que han estado presentes desde siempre en nuestro portafolio.