Antes de producir algunos de los mejores rosados de toda Provenza, La Commanderie de Peyrassol vivió una historia extraordinaria como ninguna otra finca. Los hallazgos arqueológicos muestran que la ocupación humana se remonta a principios de la Edad del Hierro (1.000 años a.C.) La época galorromana ha dejado aún más testimonios, sobre todo con los restos de un conjunto arquitectónico de muros macizos que debió tener fines agrícolas. Pero, sin duda, La Commanderie de Peyrassol entró en los libros de historia a principios del siglo XIII.